Una gresca en un asentamiento de la ciudad de Rafaela dejó como lamentable saldo la muerte de un joven y otras tres personas heridas, una de ellas por el roce de una bala.
El altercado se desató en las primeras horas del domingo último entre vecinos de la denominada Villa Sur, en el extremo sureste del casco urbano, en involucró a dos familias que mantienen una vieja disputa por cuestiones vinculadas a la convivencia, aunque, quienes investigan el caso, no descartan que el enfrentamiento pueda tener alguna connotación vinculada a cuestiones delictivas y hasta con la comercialización de drogas.
Lo concreto es que las amenazas de ambas partes fueron in crescendo, de un tiempo a esta parte los ánimos se tensaron al extremo y la situación explotó en plena calle con una pelea en la que habrían intervenido entre seis y ocho personas.
Primero fue a golpes de puño, luego aparecieron objetos contundentes, hasta que uno de los participantes de la riña apareció con hacha y golpeó brutalmente a uno de los contendientes.
Quien recibió el terrible golpe fue Cristian Gabriel Gómez, de 25 años de edad, quien se desplomó y quedó tendido en la calle con una profunda herida en el cráneo.
Al mismo momento, uno de los “rivales” sacó a relucir un arma de fuego y disparó contra los familiares de Gómez, hiriendo levemente a uno de ellos en uno de sus brazos.
Todo terminó cuando uno de los grupos abandonó el lugar de la pelea y también habrían dejado el barrio.
Mientras, Gómez fue cargado en un auto y llevado de urgencia al hospital Jaime Ferré, donde ingresó con un daño encefálico irreversible. Finalmente, su fallecimiento se produjo este lunes por la mañana. En tanto su pareja y su hermano sufrieron lesiones leves.
Otro de los involucrados en la gresca recibió un tiro en uno de sus miembros superiores, pero se negó a recibir atención del personal de emergencia que llegó hasta el asentamiento.
Ablación
El joven fallecido era donante de órganos, por lo que rápidamente se puso en marcha un operativo de ablación que estuvo a cargo del Cudaio. Fue así que por la tarde arribaron al Aeródromo de Rafaela tres aviones sanitarios provenientes de las provincias de Mendoza, Buenos Aires y Córdoba, con personal médico experto en esta especialidad. El trabajo demandó cerca de 8 horas y se ablacionaron el corazón, los riñones, el páncreas y los pulmones.