En la sede santafesina provincial del Partido Justicialista, luego de reunirse con la Mesa de Acción Política de ese partido, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, dialogó con periodistas, se tomó fotografías con dirigentes y militantes locales, y continuó con su intensa agenda por el país. Al bajar al mapa de la bota, comenzó por la capital provincial y dejó para el viernes la ciudad de Rosario.
Que el internismo daña al partido que debe ser una alternativa de oposición creíble, que cada provincia debe definir su manera de sumarse a un esfuerzo para que el justicialismo tenga un mensaje “y un nuevo lenguaje” capaz de lograr otra vez la magia de “la seducción”, de “la esperanza” son en resumidas cuentas las claves de su mensaje. Simple, directo. También la advertencia de que los dirigentes del PJ no han hecho aún una autocrítica a fondo.
Quintela no se sale del libreto típico de llamado a la unidad partidaria. Su esdrújulo hablar riojano es el formato, la búsqueda por despertar a la oposición tras la derrota electoral el contenido. Eso sí, reclama puertas adentro que la nueva conducción nacional partidaria y lo que llama el movimiento debe construirse “con propuestas de gobierno concretas”. Más que las elecciones de medio término de 2025, el gran objetivo es “recuperar el poder”. Dice que debe hacerse “desde el interior” hacia el área metropolitana bonaerense y la capital federal.
En la misma dirección, el presidente del Partido Justicialista de Santa Fe, Guillermo Cornaglia, dijo que la sede de calle Crespo es “la casa de todos los peronistas”, al darle la bienvenida públicamente.
Explicó que su gira por Santa Fe y otros distritos busca que “participemos activamente en la reformulación de la nueva conducción del Partido Justicialismo que aspiramos a lograr en un marco de unidad”.
“Queremos unidad en la concepción, para que posteriormente tengamos unidad en la acción”, sostuvo y explicó que “tenemos dificultades en todas las provincias ante las políticas agresivas que implementó el presidente de la Nación y hoy necesitamos organizarnos y reorganizar el movimiento nacional justicialista a partir del PJ que es la gran herramienta electoral para sentarnos a pensar y a debatir”, afirmó.
“Es necesaria la autocrítica. Pero también cuáles son los métodos que tenemos que aplicar a partir de ahora, cuál es el lenguaje con que tenemos que hablarle a la gente: tenemos que recuperar la capacidad de seducción y si se puede volver a enamorar a nuestra comunidad. Sabemos que el justicialismo tiene valores, principios y banderas que tenemos que volver a levantarlas bien alto. Tenemos que volver a trabajar con el objetivo y la razón por la que emergió el peronismo en la República Argentina, un esquema distributivo de oportunidades y posibilidades para todos los argentinos, con políticas redistributivas para todos accedan a lo básico, a una vida digna y con trabajo”.
– Es posible desde el interior del país plantear una renovación del peronismo, hoy se habla sobre todo de las tensiones entre Máximo Kirchner y su par de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof.
– Es una posibilidad más viable que nunca para el interior. Particularmente, quien les habla no se ha inmiscuido nunca en cuestiones internas de otras provincias, como el caso de Buenos Aires, ellos los tienen que resolver. Son lo suficientemente maduros para saber el daño que produce la división en el peronismo. Trabajamos por la unidad. Para dejar de lado los egos, ver las coincidencias y potenciarnos como movimiento. Convocar a todos los sectores del campo nacional y popular, con las alianzas con partidos que tienen visiones similares al nuestro, pero desde el interior a la capital, desde el interior hacia el centro.
– ¿El peronismo perdió por salirse del foco de sus banderas históricas?
– Por algo se perdió. Pero creo que en realidad hay un sistema político que perdió (las elecciones presidenciales). Hoy no hay ningún partido político tradicional que haya logrado capitalizarlo. Ni el radicalismo, ni la nueva conformación que era Juntos por el Cambio lo han hecho. Nosotros ganamos en nuestra provincia, pero perdimos en el orden nacional por dos puntos. Perdimos ante un hombre que no le propuso nada a la sociedad, que no le dijo qué iba a hacer con su gobierno. Fue un voto en contra de. Y perdió un sistema de partidos que no supo estar a la altura de las circunstancias y de resolver las necesidades de la sociedad.
– En 2019 también se buscó la unidad del peronismo. ¿Qué ve de diferente en el escenario nacional actual?
– Hoy el cambio nace un poco más de abajo hacia arriba. No recuerdo que hayan ido a visitar mi provincia para armar el movimiento; hoy tratamos de conversar con todos los compañeros, sin inmiscuirnos en cada provincia. Buscamos un programa de gobierno con propuestas concretas.
Con información de El Litoral
