Centenares de las aves más preciosas del Norte de Santa Fe, ya no vuelan nuestro cielo. Están prisioneras dentro del millonario tráfico internacional. Y muchas ya murieron en los complicados traslados en rutas, dentro de doble fondos para burlar controles de policías que no cobran coimas, hasta llegar a los barcos que zarpan desde los puertos del gran Rosario al mundo, otro camino de muerte facilitado por la pésima calidad de los controles y por los vulnerables funcionarios.
Las que sobreviven, generan fortunas en los coleccionistas de estas mascotas.
Centenares más ya no volaban porque estaban encerradas en la Ciudad de Villa Ocampo, hecho por el que este miércoles 2 de octubre de 2024 fue arrestado Néstor Fabián Steeman, y puesto a disposición del fiscal de turno, Juan Carlos Koguc, quien ordenó el secuestro.
También se informó del hallazgo al gobierno de la provincia, desde donde ordenaron que custodien las aves hasta la llegada al lugar de la jefa de control de Fauna de la Provincia, Mariela Castiglioni, lo que se espera para este jueves 3 de octubre de 2024.
Además de las aves, secuestraron pegamento, varios teléfonos celulares y un automóvil Renault 12 color azul, dominio RXT 962, que está inscripto a nombre del mismo Néstor Steeman.
El tráfico de aves tiene un impacto devastador en este Norte Santafesino al que le faltan vidas, vuelos, colores y millones de cantores. Lo que también afecta nuestro ecosistema, por la pérdida de biodiversidad.
Especialistas refieren que el tráfico de aves contribuye significativamente a la disminución de poblaciones de muchas especies, algunas de las cuales están en peligro de extinción, como algunas de las secuestradas ahora en este Norte Santafesino. Esto altera el ecosistema y conduce a la desaparición de especies. Las extrañamos. Nos duele tanta ausencia.
Desde chicos, en el colegio nos enseñaron que las aves juegan un rol crucial como polinizadoras, dispersoras de semillas y controladoras naturales de plagas. Son parte necesaria del equilibrio. Su ausencia descompensa. Además, el tráfico de aves corrompe funcionarios.
Remarcamos: El tráfico de aves tiene un impacto devastador en este Norte Santafesino, al que le faltan millones de sus mejores vidas, vuelos, colores y cantores.
Las extrañamos. Nos duele tanta ausencia.
Gustavo Raffin – ReconquistaHOY
Compartimos a continuación un video de las aves prisioneras encontradas en Villa Ocampo.
Seguidamente, otro video de las aves encontradas enjauladas en Villa Ocampo:
El tráfico ilegal de aves es tercero en importancia económica, detrás del tráfico de drogas y de armas.
El Mercado tiene varios actores: millonarios, coleccionistas, fanáticos, traficantes y cazadores dispuestos a conseguirles esa “rareza” que adoran por su figura, por sus colores y/o por su trinar.
Entre esas especies apetecibles están algunas de las que nosotros podemos ver con naturalidad en nuestra zona, aunque cada vez tengamos menos posibilidad de esos encuentros maravillosos con las aves en su hábitat, como los Juan Soldados, Reina Moras, Cardenales Amarillos y otras especies que seducen en el mundo.
Conviene que las autoridades santafesinas estén alertas con este tráfico . Vaya casualidad que quienes habitualmente llevan nuestras preciadas aves son de la zona del Gran Rosario, zona portuaria con salida al mundo. Otra alarma para funcionarios bien nacidos.
Lamentablemente, la casa furtiva tiene escaso reproche; se considera una mera infracción que se paga con multa, de la cual encima los gobiernos nada difunden; lo que tiene otro efecto: la sensación que ninguna consecuencia trae.
Y lo que no se podrá reparar jamás son todas las aves que mueren, porque los cazadores trabajan con pegamento; y no todas las aves resisten el después, especialmente las que desprecian porque no tienen valor de comercialización y mueren o son directamente tiradas, muertas, como descartables. Criminal acto que el ser humano -en su creencia de ser superior- lo minimiza como una simple falta. Así se va quedando cada vez más solo, sin el vuelo sublime de las aves, entre otras carencias que dan pena.
“Nueve de cada diez individuos capturados mueren en el traslado antes de llegar a ser vendidos; debido a las malas condiciones desde que se lo captura, se transporta y llega al punto de venta. (Hacinamiento, falta de alimentación, etcétera) por eso decimos que el tráfico de fauna mata más de lo que vende”, explicó Cecilia Maqueda, coordinadora del Programa Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre para la ONG Aves Argentinas.

La captura y comercio de la fauna silvestres están prohibidos en todo el territorio argentino, ya que rigen leyes nacionales, provinciales y convenios nacionales e internacionales que protegen a la fauna silvestre.
En la Constitución Nacional (en su art 41), las Leyes Nacionales sobre Maltrato Animal (14.346/54) y sobre la Conservación de la Fauna Silvestre (22.421/81), hasta la adhesión al Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (Ley Nacional 24.375/94) y la Convención de Naciones Unidas sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Ley Nacional 22.344/80). La Ley nacional de conservación de la fauna (Ley 22.421) prohíbe la captura, traslado, comercio y tenencia de animales silvestres, sus productos y subproductos.
Cada provincia, a su vez, tiene sus propias leyes sobre esta temática. Es decir, existe un gran número de normas de distinta jerarquía que velan por la protección de la fauna.
Sin embargo, este flagelo sigue afectando la biodiversidad debido a la falta de conocimiento y a que dicha problemática no es tomada como política de estado, denuncian desde la organización “Aves Argentinas”.
Con información de Reconquista Hoy