Con una emotiva misa a las 8:30 en la Basílica, comenzó este domingo la Segunda Procesión Náutica en honor a la Virgen de Guadalupe. La jornada, marcada por la fe y la participación multitudinaria de fieles, tuvo como eje el recorrido de la imagen de la Virgen tanto por tierra como por agua, uniendo tradición, devoción y paisaje ribereño.
A las 9:30 arrancó la peregrinación vehicular desde la Basílica, encabezada por una caravana de autos, taxis y motos decorados con banderas y flores, que acompañó el trayecto de la imagen por la costanera oeste hasta el Club Delfín Náutica.
Allí, poco después de las 10, la Virgen fue descendida de la camioneta que la transportaba y trasladada con sumo cuidado hasta una lancha especialmente acondicionada para iniciar la procesión por el río.
“Vamos a visitar a nuestra madre, que tanto nos cuida y nos protege“, decía una de las fieles al móvil de AIRE. Otro testimonio destacaba el crecimiento del evento: “Es el segundo año que lo hacemos y cada vez hay más gente. Esperamos que el próximo sea aún mejor”.
Desde la orilla, el periodista Jorge Battagliotti narró en vivo los preparativos y la emoción del momento: “Hay años y años de historia de la ciudad de Santa Fe en esa imagen. Toda la logística, la comunidad organizando la caravana, las embarcaciones sumándose… realmente conmovedor“.
La procesión náutica, escoltada por Prefectura y acompañada por numerosas embarcaciones —algunas incluso a remo—, inició su recorrido desde la zona del Club Regatas, bordeando la Costanera Este, pasando por el icónico Puente Colgante, para luego regresar por la Costanera Oeste. La llegada al mediodía fue al Club Náutico Sur, y desde allí al Museo de la Constitución, donde el padre Marcelo Blanche brindó la bendición a las embarcaciones.
Con información de Aire de Santa Fe
