Según indicó el Ministerio de Salud, son 69 casos sospechosos, 54 confirmados y 34 fallecimientos vinculados a la contaminación bacteriana de fentanilo, todos los casos detectados en clínicas y hospitales públicos de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El juez Ernesto Kreplak, a cargo de la investigación, solicitó a las autoridades sanitarias de todas las provincias que remitan información detallada de pacientes que hayan recibido dicho fármaco en los últimos meses, para conocer si el número de víctimas puede ser mayor y poder frenar la crisis.
El medicamento, que es usado como un potente analgésico, fue producido por HLB Pharma y Laboratorios Ramallo y estaba contaminado con las bacterias Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae, que causan enfermedades graves, como neumonía resistente a antibióticos.
Por su parte, el Instituto Malbrán confirmó la relación directa entre las bacterias aisladas en pacientes fallecidos y las presentes en las ampollas de un lote contaminado de fentanilo, lo que motivó el pasado 13 de mayo la prohibición del uso del fármaco por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Cómo continúa la investigación por el fentanilo contaminado
La situación se detectó inicialmente en el Hospital Italiano de La Plata donde las autoridades denunciaron el pasado 2 de mayo la presencia de bacterias en el fentanilo utilizado en terapias intensivas y donde se originó un brote de infecciones, con 15 fallecimientos confirmados hasta la fecha.
Kreplak ordenó allanamientos en cinco empresas de distribución del fentanilo contaminado, así como en las instalaciones de los laboratorios responsables de su fabricación. En los operativos se aprehendieron miles de unidades del antídoto, documentos y evidencias.
La situación mantiene en alerta al sector de la salud, que trabaja para identificar y retirar todo el fentanilo contaminado de circulación y reforzar medidas de control sanitario.
El fentanilo es un potente opiáceo sintético aprobado por la ANMAT como analgésico y anestésico, utilizado para tratar el dolor intenso, especialmente después de una cirugía o en etapas avanzadas del cáncer. También se fabrica y se vende ilegalmente como narcótico, lo que ha causado otra gran crisis sanitaria, especialmente en Estados Unidos.
Con información de C5N