FÓRMULA 1| Hamilton gana en tres ruedas

Es el más rápido, el más consistente, el mejor. Lewis Hamilton conduce, además, el coche más rápido. Y por si fuera poco, en las pocas grietas que asoman en su rendimiento o el de su monoplaza, sus rivales fallan. Así que vayan apuntando su séptimo título en 2020 y el octavo en 2021. Su superioridad es tal que puede ganar en tres ruedas, como en Silverstone, para lograr su séptima victoria en casa, para reforzar su liderato, y sobre todo, para decir a sus rivales, que es imbatible.

Hamilton imbatible

Tan solo había mostrado un atisbo de debilidad en la primera curva. Bottas, había arrancando ligeramente mejor, pero el finlandés no se atrevió, quizá le pareció poca ventaja para importunar a su jefe. Así que si eres el mejor, conduces el coche más rápido, y tu compañero se pierde en el respeto cuando muestras durante un único segundo un lado débil, no hay nada que te separe de la victoria. Nada, porque el resto de rivales, como Red Bull, también se equivocan cuando tienen esa oportunidad. Verstappen se aburría tanto en tierra de nadie, en una tercera posición lejos del ritmo de los Mercedes, y muy por delante del Ferrari de Charles Leclerc, que se desperezó con algunas bromas por la radio. Con los cambios de ruedas hechos y sin posibilidad de hacer otra estrategia que acabar, le espetó a su ingeniero: “Tienes que beber, acuérdate de beber”.  Pero todo cambió a  tres vueltas de final, cuando la ampolla en el neumático de Bottas se convirtió en un pinchazo. El reventón le cogió en la otra parte del circuito y cayó a mitad de la tabla tras el cambio. En Red Bull deberían haber visto que Hamilton tenía un blister aún mayor, y podía seguir el camino de Bottas. No lo hicieron. Y mandaron entrar a Verstappen a cambiar ruedas para buscar la vuelta rápida. Si se hubiera quedado en pista hubiera ganado la carrera, pero en el muro se cebaron en lograr un mísero punto.

Hamilton sufrió para llegar a meta

“Hasta esa última vuelta todo iba bien, los neumáticos se sentían bien. Valteri estaba presionando más y yo gestionandolo más”, desveló Hamilton. “En las últimas vueltas he levantando el pie y en la recta se ha desinflado, Tenía el corazón en un puño. Pise el freno y vi que estaba pinchada. Rezé para pasar por la curva y llegar a meta. Quizá deberíamos haber parado”, se lamentó el chico de Stevenage. “Quizá sea una sorpresa pero estaba bastante calmado cuando mi ingeniero me estaba dando la diferencia con Max. 30 segundos, 20 segundos, y luego oí la cuenta atrás… nueve, ocho… mientras casi veía la línea de meta. Casi se para mi corazón”.

*Fuente Imagen elperiodico.com

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