Coronel Aguirre y San Jorge se enfrentaron por la última fecha del Federal B. Los locales, cuyo presidente es Diego Lavezzi (el hermano de Ezequiel, el Pocho), debían ganar sí o sí para forzar un desempate con ADIUR. Finalmente lo lograron y vencieron 2-1, pero el partido se vio salpicado de un escándalo. Los jugadores de San Jorge denunciaron que el choque estaba arreglado y que recibieron amenazas con armas de fuego.
A medida que transcurrían los minutos, el ambiente se ponía cada vez más tenso. Pero fue a los 42′ del segundo tiempo cuando empezó el escándalo. Con un remate lejano, San Jorge se puso 1-0 y el equipo de Lavezzi entonces debía darlo vuelta a falta de tres minutos. Lo más sorprendente fue que el autor del gol se agarró la cabeza como si se estuviera lamentando que la pelota hubiese entrado. Para colmo, sus compañeros ni se molestaron en celebrar el gol, lo que tornó la imagen aún más que sospechosa.
El partido comenzó a desvirtuarse, todo la cancha comenzó a insultar a los visitantes: hinchas, alcanza pelotas y los propios jugadores locales. Hasta increparon al arquero por una buena intervención. El árbitro también jugó su papel y permitió todo lo que sucedió fuera del juego. Además, adentro de la cancha también falló y no vio varias jugadas donde los locales agarraban la pelota con la mano, y hasta convalidó el segundo gol en offside.
El partido terminó resolviéndose en los últimos minutos con un doblete de Agustín Lavezzi, el sobrino del Pocho. Una vez finalizado y con el desempate asegurado, el presidente de Coronel Aguirre aclaró: “No somos mafiosos”. “En todas las canchas te insultan, te gritan. Acá ni siquiera los escupieron”, se excusó. El equipo de Villa General Galvez y ADIUR de Rosario jugarán este fin de semana. El ganador se salvará del descenso y jugará otro año en el Federal B.
Fuente: Clarin
