Como introducción al proyecto, Carolina Cortés, de Jóvenes por el Clima, se refirió a “la importancia de abordar la crisis climática, implementando medidas públicas de adaptación y mitigación”.
“Es imprescindible educar y formar a quienes nos representan y ejercen un cargo que los habilita a tomar decisiones, cuya perspectiva socio-ambiental suele ser nula”, explicó Cortés.
En tanto, la diputada Camila Crescimbeni (PRO) consideró que “la política ambiental tiene que ser una política de Estado, tiene que atravesarnos a todos y todas, porque si no no hay forma de poder llegar a una justicia climática”.
El diputado Eduardo Fernández (Frente de Todos) también respaldó la iniciativa y consideró que “es fundamental que todo el Estado sea conocedor del ambiente, es un problema de la humanidad”.
Por otra parte, la Comisión también aprobó un proyecto de presupuestos mínimos de protección ambiental para la reducción progresiva y prohibición específica de los plásticos de un solo uso.
Jerónimo Batista Baucher, científico y ambientalista, creador de vasos biodegradables hechos de algas, explicó que “cada uno de nosotros está generando un kilo de residuos por día y eso acumulado representa, a nivel país, la generación de más de una tonelada cada dos segundos”.
“Este proyecto se fue enriqueciendo y plantea un enfoque no meramente restrictivo, sino que busca lograr una
transición, generar una conversión en la industria y en los hábitos de la gente”, señaló.
La diputada Florencia Lampreabe (Frente de Todos) aportó datos sobre las consecuencias del plástico en el ambiente. “El 80% de los residuos plásticos van a parar a entornos naturales y, cada año, 13 millones de toneladas de plástico terminan en el océano, provocando la extinción de las especies marinas”, manifestó.
“Urge que sigamos avanzando en este camino de políticas públicas que apunten a la reducción de los plásticos a su mínimo indispensable”, agregó.