La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés) ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2017. Se trata de un grupo de más de 300 organizaciones no gubernamentales de alrededor de 100 países. “La organización recibe el premio por su trabajo para llamar la atención sobre las catastróficas consecuencias humanitarias del uso de armas nucleares y por sus esfuerzos pioneros para lograr un tratado de prohibición de esas armas”, ha dicho este viernes la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen.
“ICAN ha sido un actor líder de la sociedad civil en los esfuerzos para lograr una prohibición de las armas nucleares bajo el derecho internacional”, ha señalado el comité noruego en su fallo, en el que ha añadido que este premio es “también un llamamiento” a los países que cuentan con arsenal atómico a que inicien “negociaciones serias” para la eliminación de las “15.000 armas nucleares que hay en todo el mundo”.
Fundada en 2007 en Viena durante una conferencia internacional sobre el tratado de no proliferación nuclear, la ICAN tiene su sede en Ginebra. La coalición ha sabido movilizar desde entonces a activistas y personalidades para defender su causa. Entre sus logros más destacados, el pasado julio consiguió que 122 países firmaran en la ONU el Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares, aunque su alcance es sobre todo simbólico, dada la ausencia de las nueve potencias nucleares entre los firmantes. El tratado, que todavía no está en vigor, constituye sin embargo una fuerte manifestación de voluntad política. La organización cuenta con un presupuesto anual de 1,2 millones de francos suizos (1 millón de euros) y funciona gracias a las ayudas financieras aportadas por varios Gobiernos, como los de Noruega, Suiza, Holanda, Alemania o la Santa Sede, así como por donantes privados, la Unión Europea y fundaciones.
Fuente El País (E)