El hecho ocurrió ayer a las 9.30 cuando, en circunstancias que aún no fueron esclarecidas por la investigación, el joven junto a tres amigos circulaban en un Volkswagen Suran azul y, al detenerse en un kiosco en Barracas, fueron interceptados por efectivos de civil de la Comisaría Vecinal 4C, quienes aseguraron que creyeron que iban a cometer un robo.
Horas después, la madre de la víctima denunció que su hijo había sido víctima de un caso de “gatillo fácil” por parte de policías de la Ciudad de Buenos Aires. Y aseguró que “tiraron a matarlo” y que le “plantaron” un arma de fuego para simular un enfrentamiento.

