“El kilo de pollo entero está entre $3.000 y $3.600, dependiendo del lugar, y el kilo de pata muslo ronda los $8.500 los 3 kilos. La suprema, al ser todo deshuesado, tiene un costo mayor. Hoy ronda los $7.500 el kilo”, detalló.
“Hay cortes más económicos como el ala o la carcasa, que si bien tienen menos carne, permiten hacer sopas o caldos en familias donde cada peso cuenta. El pollo tiene la capacidad de adaptarse al bolsillo de todos. En este contexto, sigue siendo una opción nutritiva y económica que acompaña a las familias argentinas todos los días”, destacó.
Respecto al consumo general de proteínas animales, sostuvo que entre carne vacuna, aviar y porcina, se consumen en total unos 115 kilos por habitante por año. “Eso ya es un techo. Para crecer, tendría que caer una proteína o aumentar la exportación”, remarcó.
Sobre la situación económica, el directivo reconoció que la caída del consumo representa limitaciones para el mercado interno: “El poder adquisitivo no permite pensar en un crecimiento del consumo. La producción puede crecer solo si se exporta más o si mejora la economía local”.
Con información de C5N