Las petroleras reclaman, además, una reducción impositiva como medida de alivio para el sector, entre lo que se contempla la reducción de un 30% del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) que se aplica sobre la venta de naftas y gasoil, lo que repercutiría en el cuadro tarifario y en el margen de rentabilidad.
Con información de Ámbito Financiero