Andrew Lamason, portavoz del departamento, dijo que que 416 ballenas piloto encallaron por la noche en Farewell Spit en la región de Golden Bay, en la extremidad norte de la Isla Sur, una de las dos principales de Nueva Zelanda.
Lamason dijo que un 70% había perecido y que las perspectivas de rescate para intentar devolver con vida a alta mar a las restantes no eran demasiado optimistas.
“Con esta cantidad de ejemplares muertos, hay que asumir que las demás se encuentran en mal estado”, explicó el responsable a Radio Nueva Zelanda. “Por esa razón nos preparamos para lo peor”.
Hay tantos cadáveres en el agua que los voluntarios tienen dificultades para devolver a los cetáceos al océano, explicó a la AFP un vocero del departamento.
Según expertos, no existe explicación científica clara a ese comportamiento, siendo la causa probable la geografía submarina del lugar
Fuente Aire de Santa Fe