La investigación se centra en la hipótesis de un ajuste de cuentas vinculado al tráfico de drogas, lo que le otorga al caso la carátula de “femicidio narco.” La huida de los presuntos cabecillas a otro país y su posterior detención en Perú subraya la dimensión internacional que había tomado la causa.
Las autoridades bonaerenses y la Justicia argentina ya iniciaron las gestiones diplomáticas y legales pertinentes para solicitar la extradición de “Pequeño J” y Ozorio desde Perú. Se espera que, una vez concretados los trámites, los detenidos sean trasladados al país para ser formalmente imputados y enfrentar el proceso judicial por su presunta participación en los asesinatos de Del Castillo, Gutiérrez, y Verdi.