El taller de piano de la Escuela Municipal de Bellas Artes cerró su ciclo con un concierto lleno de emoción, talento y encuentro.
Niños, niñas y familias compartieron una tarde donde la música se volvió puente, juego y aprendizaje, acompañados por invitados especiales que sumaron su arte y sensibilidad.
Hacer música es construir comunidad: nos invita a expresarnos, a escucharnos y a descubrir que cada nota puede transformar un instante. Nuestro agradecimiento a quienes hacen posible estos espacios —docentes, estudiantes, familias e invitados— por sostener y potenciar este camino artístico que sigue creciendo.
Con información de educaciongcsj

