La inteligencia artificial protagonista en la Expo Rural de San Justo de la mano de Fredi Vivas

Fredi Vivas, pionero en el campo de la inteligencia artificial (IA) en Argentina, fue uno de los protagonistas de la 81ª Expo Rural de San Justo edición “Conectar” Hijos de Luis Zuqueli, con el auspicio de Autonorte.

Ante un auditorio colmado el CEO de RockingData invitó a repensar nuestra relación con la IA, alejándola del miedo al reemplazo y acercándola a la noción de crecimiento y potencial.

Con más de quince años de experiencia en un campo que hoy está en el centro de la conversación global, Vivas destacó que la IA no debe ser vista como una amenaza. «La narrativa de que esto puede reemplazar a un médico, un profesor o un colaborador es una mentalidad obsoleta que genera miedo y no funciona», afirmó.

En su lugar, propone un cambio de enfoque: «Las empresas y organizaciones que usan bien esto lo ven como una posibilidad de crecimiento. Se preguntan: ¿Qué cosas nuevas puedo hacer que antes no podía?».

Para Vivas, esta nueva visión es la clave para que las personas «vean las herramientas de manera diferente» y descubran cómo la IA puede mejorar su trabajo y permitirles hacer cosas que antes eran imposibles. 

Esta mentalidad, según el experto, será tan fundamental en el futuro como lo fue el manejo de la ofimática (Word, Excel) a principios de los 2000.

La IA en Argentina

Al analizar la adopción de la IA en el país, Vivas distingue tres tipos de usuarios:

Usuario pasivo: Quien interactúa con la IA sin siquiera ser consciente de ello, como cuando Netflix le recomienda una película. Es una forma de uso que, si bien es masiva, no aporta valor personal.

Usuario activo: Aquel que investiga y entiende las herramientas y sus posibilidades. Este es el estadio en el que, para Vivas, «todos deberíamos estar».

Usuario creador: El que utiliza las tecnologías existentes para desarrollar algo nuevo y valioso. Como ejemplo, mencionó a un estudiante que usa la IA para crear una herramienta que ayude a personas con discapacidad visual.

Aunque existe un uso extendido de herramientas como ChatGPT, Vivas advierte que, en muchos casos, su uso no aprovecha todo su potencial.

«Mucha gente lo usa como si fuera un psicólogo o una persona con la que charlar», señaló, y alertó sobre el riesgo que esto conlleva cuando el usuario no comprende que está interactuando con una máquina que no tiene empatía ni sentimientos, sino que es simplemente «estadística superavanzada».

Vivas comparó esta situación con el «síndrome de Eliza» de 1966, cuando el primer chatbot de la historia generó la creencia de que había un humano detrás.

El futuro del trabajo

En su charla, Vivas compartió una anécdota personal para ilustrar el cambio de paradigma en el mundo laboral. Al encontrar un viejo diario del año 2000 con los clasificados de trabajo, notó que las habilidades más buscadas entonces, como saber usar Windows, Word y Excel, eran hoy obsoletas.

«Qué interesante es pensarlo», reflexionó, «porque por ahí hay chicos acá hoy que se preguntan qué tengo que saber para conseguir trabajo más rápido».

Con base en su propia experiencia —haberse formado en computación desde los 12 años, lo que le permitió conseguir un excelente trabajo a los 18—, Vivas enfatizó la importancia de estar preparados.

«Hoy las herramientas que más se buscan son las de inteligencia artificial, además de otras habilidades interpersonales», señaló.

Para los jóvenes que están en la difícil etapa de decidir su futuro, su consejo es claro: «Acercarse a estas tecnologías, a estos conceptos y herramientas, es una buena recomendación».

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