El presidente Javier Milei participó este domingo del tradicional Tedeum por el 25 de mayo en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, acompañado por todo su gabinete, incluida la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El acto tuvo lugar en un contexto de tensiones políticas y un ambiente de liturgia patriótica. La celebración estaba programada para las 9 de la mañana y se esperaba que fuera un escenario de reencuentro público entre Milei y Villarruel, tras meses de distanciamiento tanto político como personal.
A las 8:46, Milei y su equipo de gobierno salieron de la Casa Rosada y caminaron por la avenida Rivadavia hacia la Catedral, que se encuentra a una cuadra y media de distancia. En ese mismo momento, Villarruel, vestida con un traje rosa, ingresaba al templo. El año anterior, ambos habían llegado juntos, tomados del brazo.
El presidente ingresó a la Catedral a las 8:49, acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Fue recibido por el arzobispo García Cuerva. Tras él, ingresaron los ministros de su gabinete, entre ellos Luis Petri, Guillermo Francos y el canciller Gerardo Werthein, quienes ocuparon la primera fila.
Una vez dentro, Milei saludó a algunos asistentes y se abrazó efusivamente con José Luis Espert. Sin embargo, evitó estrechar la mano del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, y tampoco saludó a Villarruel, quien se encontraba al lado del jefe de gobierno porteño.
Este quiebre en la relación entre Milei y Villarruel es un hecho reconocido por ambos desde finales de 2023, cuando diferencias estratégicas y tensiones internas en La Libertad Avanza llevaron a la ruptura de la sintonía inicial.
El Tedeum de este año tuvo una connotación especial, ya que fue el primero celebrado tras el fallecimiento del papa Francisco, quien había sido arzobispo de Buenos Aires durante más de una década. A pesar de que Milei había catalogado a Francisco como “el representante del maligno en la Tierra” al asumir la presidencia, la relación entre ambos se había encauzado durante el primer año de su mandato.
Después de la muerte del papa, Milei expresó que había podido consolidar un buen vínculo con él, afirmando que lo había perdonado y que entendía su rol como figura política global, describiéndolo como “el argentino más importante de la historia”.
Con información de Cadena 3