Argentina, país de emprendedores: “Te hacemos la cola para cruzar a Chile”

Argentina se presenta como un país de emprendedores, un lugar donde las oportunidades están a la vuelta de la esquina. Y esta premisa se reafirma con la reciente aparición de un nuevo negocio que ha captado la atención: el servicio de “te hacemos la cola para cruzar a Chile”, una curiosa propuesta que se dio a conocer a través del diario El Tiempo de San Juan.

Desde el pasado fin de semana, el paso de Agua Negra, en el noroeste de San Juan, ha sido el escenario de un fenómeno interesante. Luego de varios días de cierre por mal clima y mantenimiento, el paso reabrió sus puertas, pero no sin generar un caos. La espera para cruzar a Chile se extendió durante toda la noche, con más de 250 vehículos formados en una cola interminable. Este contexto propició el resurgimiento de un antiguo oficio: los coleros.

Los coleros han existido en Argentina en diversas épocas, desde aquellos tiempos del corralito hasta los eventos masivos donde se contrata a alguien para hacer la fila. En esta ocasión, los coleros de Iglesia, la localidad más cercana al paso, han encontrado una oportunidad de negocio. Por la suma de 50 mil pesos, ofrecen reservar un lugar en la fila para quienes desean cruzar a Chile. La propuesta es simple: ellos hacen la cola y, cuando llega el momento, avisan al cliente para que se sume a la espera.

La situación resulta curiosa. Mientras algunos pagan por un servicio que les ahorra tiempo, otros, que no han desembolsado dinero, permanecen resignados a esperar. La dinámica es inusual, ya que los que han pagado logran avanzar en la fila sin que los demás se opongan.

El colapso en los pasos fronterizos no es exclusivo de Agua Negra. Las recomendaciones de evitar cruzar los viernes y sábados, y no hacerlo después del mediodía, se han vuelto comunes. Las filas pueden extenderse hasta 12 horas, lo que lleva a muchos a considerar el pago de un colero como una solución viable. A pesar de los esfuerzos de la AFIP, Migraciones y Aduana por mejorar los trámites, la espera sigue siendo un problema persistente.

La tecnología, que debería facilitar estos procesos, parece no estar a la altura. Si bien se han implementado algunos sistemas de escaneo y lectura de DNI, la realidad en la frontera sigue siendo complicada. La pregunta que surge es: ¿cuál es el rol del Estado en esta situación? La burocracia parece estar más enfocada en complicar que en facilitar el cruce de fronteras.

En cuanto a la legalidad del servicio de los coleros, la respuesta no es sencilla. No existe una prohibición explícita que impida esta práctica. Se trata de un acuerdo entre partes, donde el cliente decide si acepta o no el servicio. Sin embargo, la ausencia de regulación también plantea interrogantes sobre la formalidad de estas transacciones.

En conclusión, el fenómeno de los coleros en el paso de Agua Negra es un reflejo de la realidad argentina. La búsqueda de soluciones ante la burocracia y el colapso en los pasos fronterizos genera oportunidades de negocio, pero también plantea preguntas sobre el papel del Estado y la necesidad de mejorar los procesos. La tecnología debería ser una aliada en este contexto, pero aún queda mucho por hacer para que los ciudadanos puedan cruzar fronteras sin complicaciones.

Con información de Cadena 3

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