En todo caso, el dato para destacar es que las fábricas radicadas en el país lograron superar la barrera de las 40.000 unidades salidas de las líneas de producción, pese a los serios problemas de abastecimientos de piezas que obliga a estar suspendiendo turnos de fabricación o, directamente, perder días enteros por ese motivo. Por un lado, la logística está complicada en todo el mundo por la pandemia pero, también, las dificultades para aprobación de SIMI -el permiso necesario para sacar un producto de la Aduana- o el acceso a dólares para pagar a proveedores del exterior, hacen todo más dificultoso en el país.
Esto surge de los datos que cada automotriz maneja como objetivo y que están detallados en un informe sectorial al que tuvo acceso Ámbito. De cumplirse esa meta, el crecimiento de la industria automotriz rondaría el 67%, respecto al 2020. A la cabeza estará Toyota con 137.000 0 km. Así, la automotriz aumentará, año contra año, 48% la actividad. Esta terminal incrementó desde el lunes pasado su capacidad de producción al máximo con la salida de la línea de montaje de una unidad cada 90 segundos. Computando desde abril de este año hasta abril del 2021, el volumen total será de 141.000 pickups Hilux y SUV SW4.
El segundo fabricante será Volkswagen con 70.600 unidades, según lo que la empresa informó a proveedores y Gobierno. De todas maneras, es posible que esta terminal estiré hasta las 78.000 unidades su plan del 2021. Además de la tradicional Amarok, ya está a pleno con el nuevo Taos. El salto de un año a otro es de 192%, básicamente porque el año pasado, además de la cuarentena, estuvo preparando la línea para el SUV nacional. Según la proyección de Fiat, la marca italiana será la tercera productora de autos, a partir del exitoso modelo Cronos, el líder de ventas de este año. En la planta de Córdoba, este año saldrán 60.000 unidades. El resto de la producción se repartirá entre Ford, PSA Groupe, Renault, Nissan, Mercedes-Benz, General Motors e Iveco.
Si bien son proyecciones sobre bases sólidas, la sombra que se cierne en el sector es la situación de la pandemia, tanto a nivel mundial, como regional y local. Lo que suceda en Europa, Asia o Estados Unidos es importante porque desde esos lugares llegan autopartes para las fábricas locales. Con Brasil, el problema se agiganta porque es el principal proveedor de piezas. En cuanto a lo doméstico, la evolución de los contagios y la amenaza de cierres, enciende la luz de alarma en el sector. Que se cumplan estos objetivos, dependerá del problema sanitario.
*Con información de Ámbito Financiero