Para que las intervenciones no se extiendan demasiado, el titular de la Cámara baja, Martín Menem, propuso asignar tiempos fijos por bloque para que, a su vez, cada bancada reparta esos minutos entre sus oradores, tal como sucedió durante el tratamiento de la reforma jubilatoria. La iniciativa fue aceptada por los legisladores. Además, a diferencia de lo que sucede habitualmente, los homenajes y cuestiones de privilegio se plantearán al final del debate y no al comienzo para no retrasar la votación.
Con información de C5N