Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria, que solo calcula la comida mínima para la subsistencia y marca la línea de la indigencia, aumentó 5,9% en marzo, por lo cual un adulto necesitó ingresos por más de $160.393 y una familia tipo $495.616 para no ser indigente.
La diferencia en la suba de ambas canastas se debe a la incidencia de los precios que incluye la CBT como vestimenta, transporte, educación y salud. De estos ítems, educación registró el mayor incremento mensual del mes, en 5,1%; transporte 3,4%; y salud 2,9%.
Con información de C5N