“Ema era una adolescente que un día se convirtió en víctima de violencia digital de género, algo desconocido aún para muchos y frente a lo desconocido muchas veces no se sabe cómo actuar. ¿Cómo alguien se convierte en víctima de este tipo de violencia?“, dijo Laura Sánchez este martes en la Cámara de Diputados de la Nación, segundos antes de presentar el proyecto de Ley Ema y la Guía Ema. Ambas propuestas llevan el nombre de su hija, Ema Bondaruck quien tenía 16 años cuando un compañero de escuela envió un video íntimo de ella sin su consentimiento. En 24 horas las imágenes se habían viralizado. El sábado de esa misma semana, la adolescente se suicidó.
Respondiendo a la pregunta que hizo en su presentación, Sánchez respondió: “En el caso de Ema, confiando en la persona equivocada, alguien que la traicionó en su confianza y difundió imágenes íntimas sin su consentimiento… 24 horas después de la viralización de este video en el colegio al que ella asistía, se quitó la vida. Nadie supo cómo ayudarle, nadie tenía las herramientas necesarias para abordarla en el peor momento de su vida”.
Es por eso que junto a la diputada Mónica Macha, Olimpia Coral Melo, impulsora de la Ley Olimpia en México y Argentina; Florencia Zerda, abogada y fundadora de la asociación civil GENTIC; Milagros Schroder, coordinadora de educación de Faro Digital; Florencia Villegas, miembro de Ley Olimpia Argentina; y Florencia Viola, abogada de la Fundación Encuentro crearon el proyecto de Ley que busca prevenir, detectar y actuar ante la violencia digital en ámbitos educativos.
Además, expusieron la Guía Ema que brinda herramientas para llevar a las aulas la problemática desde una mirada sensible y con perspectiva de género. En la misma, se explica detalladamente los distintos tipos de violencia digital y brinda información sobre cómo deben ser tratados cada uno de ellos por docentes y autoridades educativas. Algo que no ocurrió con Ema, ya que según contó Sánchez, su hija acudió al director del establecimiento educativo al que concurría y éste no supo como ayudarla.
Pero sobre todo, el equipo de trabajo dejó en claro que “lo virtual es real”. Es urgente concientizar en las consecuencias que tienen las violencias digitales que va desde el aislamiento de la víctima, depresión, autolesiones y en los casos más graves, la muerte.
Lo que piden también es que ese daño sea sancionado y castigado penalmete. Por ese motivo, la sanción de la Ley Ema podría sentar un precedente.
Con información de Rosario 3