El capítulo que expuso la estrategia del Gobierno
Desde el inicio del debate, el Capítulo 11, titulado “Otras disposiciones”, concentró el núcleo del conflicto político de la sesión. Allí, a través del artículo 75, el Gobierno había incluido la derogación de las leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia en Discapacidad sin mencionarlas explícitamente, dentro de un paquete de normas heterogéneas que obligaba a votar el capítulo completo. La oposición denunció que se trataba de una maniobra para forzar a los aliados del oficialismo a acompañar una decisión que muchos de ellos habían rechazado meses atrás.
Una mayoría apuntalada por provincias y fondos
La caída del Capítulo 11 dejó al descubierto los límites de la mayoría construida por el oficialismo. Si bien el Gobierno logró articular el apoyo de bloques provinciales y aliados circunstanciales para aprobar el Presupuesto en general, ese respaldo se mostró frágil cuando la votación puso en primer plano el contenido más sensible del proyecto.
En ese entramado político sobrevoló el reparto de Aportes del Tesoro Nacional, que en las semanas previas a la sesión se incrementó de manera significativa y benefició a gobernadores de provincias clave para el oficialismo, como Tucumán, Misiones, Catamarca y Salta. El refuerzo de fondos y las concesiones en agendas provinciales, como la promesa de habilitar cambios en la ley de Glaciares para distritos con fuerte interés minero, fueron leídas en el recinto como parte de la negociación que permitió consolidar los 132 votos afirmativos en la votación general, pero no alcanzaron para blindar la derogación de las leyes.
El resultado final dejó una postal elocuente: el Gobierno consiguió el Presupuesto 2026 y celebró una nueva mayoría parlamentaria, pero volvió a fracasar en su intento de avanzar sobre dos políticas sensibles. Aun con aliados nuevos y una Cámara más favorable, universidades y discapacidad volvieron a marcar un límite político que el oficialismo no logró cruzar.

