“En la mayoría de los casos, los atrasos en los pagos están vinculados con el Estado nacional, provincial o municipal, aunque también existe peligro de ruptura en la cadena de pagos de proveedores. También se incrementó la toma de créditos para sostener a las fábricas abiertas”, detalló Rosato.
Según informó IPA, el 51,9% de las pymes encuestadas adelantó que mantendrá su plantilla de trabajadores durante el próximo semestre y otro 17,3% señaló que tiene planificado incorporar empleados. Sin embargo, casi un 31% admitió que realizará despidos en el futuro inmediato.
“Estamos ante un escenario de quiebre en donde la recuperación en V que anticipaban algunos funcionarios y analistas no se está produciendo. Muchas empresas se endeudaron a la espera de una recuperación, pero cualquier mejora en las ventas que se pueda vislumbrar durante los próximos meses no alcanza para compensar la depresión que se produjo durante el primer semestre del año”, explicó el presidente de IPA.
Una de las principales preocupaciones de las pymes es el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que se aprobó dentro de la Ley Bases debido a que, según señaló Rosato, “no garantizó una integración nacional en insumos y bienes de capital argentinos que empuje a la producción nacional”. El 38,5% de los encuestados consideró que el RIGI “empeorará” la situación de las empresas.
“Las fábricas que integran la cadena de proveedores temen que las condiciones de la nueva ley hagan optar a los inversores por comprar maquinaria e insumos del exterior, lo que significará, además, la importación de mano de obra, añadió Rosato.
Consultadas sobre las proyecciones para el próximo año, el 58,6% de las pymes pronosticó que el escenario económico empeorará en 2025 o que, en el mejor de los casos, se mantendrá la recesión actual.
Con información de C5N