“Me dice que fue criado como hijo único y que no tiene familia, entonces yo le digo: ‘¡Ey, acá estoy yo!’, y me dice: ‘Sí, ya sé, boluda'”, contó entre risas. “Eso pinta el tono de la primera conversación”, afirmó. Según contó, su hermano está viviendo en Buenos Aires.
“Me dio más información, pero mucho no pude retener. Tengo su teléfono y lo agendé con su nombre y el apellido Metz. De acá en más es todo ganado para la familia Metz Romero, pero también para la sociedad, porque cada nieto que recupera su identidad nos ilumina un poco más”, aseguró Adriana.
“Gracias a las Abuelas por enseñarnos que la búsqueda es colectiva y que tenemos que continuar por estos 300 nietos y nietas que nos faltan a todos”, sostuvo.
Con información de C5N- Imagen de los padres