Graves incidentes se produjeron este lunes por la noche en la cancha de Colón, cuando su equipo iba perdiendo 1 a 0 ante Mitre de Santiago del Estero por la Primera Nacional.
El partido se desarrollaba con normalidad, pero los hinchas comenzaron a expresarse cuando finalizaba el primer tiempo. Un grupo numeroso de la tribuna norte se acercó al portón que separa ese sector de la platea oeste y cantaron mirando a los dirigentes, pidiéndoles “que se vayan todos”. Eso no pasó mayores.
El partido continuó, pero el punto de quiebre fue cuando Mitre convirtió el 1 a 0. Quedaban algunos minutos por jugar y algunos hinchas de la tribuna norte comenzaron a expresarse con cánticos: “váyanse todos…”, “esta es la camiseta de Colón…”, además de otros en contra de los dirigentes.
Luego, comenzaron a caer algunas botellas plásticas en la zona del área grande donde se encontraba el arquero Marcos Díaz. Ante la sumatoria de proyectiles, los jugadores se fueron al medio campo y esperar unos minutos que se calme la situación.
Los minutos pasaban, el hincha de Colón no se calmaba y cada vez caían más proyectiles sobre el campo de juego. Estos mismos hinchas violentos comenzaron a romper parte del cemento del ingreso a la tribuna y ya eran pedazos de baldosas los que caían.
También rompieron los baños y en el campo de juego había partes de la cerámica de inodoros y lavatorios.
El árbitro decidió suspender el partido. Los jugadores no podían salir porque los violentos seguían rompiendo cemento de donde podían para arrojar el campo de juego y no querían dejar salir a los jugadores.
Las actitudes violentas seguían y, desde el campo de juego, los bomberos respondían con la manguera de agua, que se terminó dañando.
Finalmente, la policía ingresó a un sector de la tribuna y comenzó a desalojarla hasta que no quedó ningún hincha.
Con información de Aire de Santa Fe