La quema de pastizales en Santa Fe se transformó en los últimos meses en una problemática que no sale de la agenda diaria. La Justicia avanza a paso lento en la detección y disciplinamiento de los responsables, mientras los bomberos del Gran Santa Fe intervienen en más de cuatro quemas por día desde enero. La jornada del martes fue una de las más alarmantes: en sólo 24 horas, combatieron 13 incendios. La situación se torna más preocupante si se tiene en cuenta que los bomberos no solo responden a estos eventos.
En lo que va del año, la Agrupación de Bomberos de Santa Fe junto a voluntarios de Rincón, Las Flores, Sauce Viejo y Recreo, intervinieron en 1.014 quemas de pastizales. Hasta el martes, el jefe de la agrupación, Carlos Arias, contabilizó 1.001. Es decir que en 24 horas hubo 13 más.
“Estamos teniendo unos días de intenso trabajo”, reconoció Arias en Aire de Santa Fe. “La cantidad de quemas de este año ya superó el total del año pasado, que fueron 855”, señaló en diálogo con el periodista Bruno Ballesteros y recordó que “el 95% tienen como origen la negligencia humana”.
La quema incontrolada fueron más allá. Precisamente a unas pocas cuadras del puente, donde el interior de una propiedad tomó fuego y debieron evacuar la zona. Daniela Qüesta, intendenta de Santo Tomé, atribuyó el origen de ese incendio a una chispa que pudo haberse volado de la quema en la costanera.
En paralelo, dotaciones de bomberos de Rincón y una de Santa Fe se dirigieron urgentemente hacia inmediaciones del balneario de San José del Rincón, donde un voraz incendio de pastos se desarrollaba poniendo en serio peligro construcciones particulares. Hasta pasadas las 22 horas, el personal bomberil también acudió a dos focos de quema simultáneos en la ruta provincial 1, a la altura de Arroyo Leyes.
“El bombero no está solo para incendios de pastos”, recordó Arias. Es decir que a las más de cuatro quemas de pastizales diarias desde enero se le deben sumar las emergencias de rescates en altura, incendios de viviendas, accidentes de tránsito, etcétera.
Los bomberos no dan abasto. Afecciones como deshidratación, fatiga y problemas respiratorios se manifiestan a diario entre las dotaciones. “Y hasta ahora hemos tenido suerte porque no hubo heridos ni accidentes”, agregó el jefe de bomberos.
*Fuente
airedigital.com

