El cantautor León Gieco se presentó este domingo en el Teatro Cervantes de la ciudad de El Trébol, en el cierre del acto que oficializó a la localidad como Sede de la Ruta de la Paz 2025. El público colmó la sala y acompañó con emoción un espectáculo íntimo, cargado de simbolismo y memoria afectiva.
Sobre el escenario, Gieco interpretó clásicos como “La cultura de la sonrisa”, “La cigarra” y el siempre vigente “Sólo le pido a Dios”, conformando un repertorio que confirmó su vigencia y su capacidad para conmover a varias generaciones.
Antes de la presentación, el artista dialogó con este medio y se reencontró con amigos de larga data. También evocó sus inicios en la zona, profundamente ligados a El Trébol.
Inicios
“Esta ciudad me recuerda mis comienzos, cuando veníamos todos los sábados a tocar. En este teatro conocí a Horacio ‘Droopi’ Gianello, quien nos contactó con Arco Iris. Eso no se olvida más”, rememoró el músico nacido en Cañada Rosquín, a apenas 25 kilómetros.
Durante la charla, Gieco repasó episodios destacados de su extensa trayectoria, que lo llevó a compartir escenario con Bono, Roger Waters, Pete Seeger e incluso a cantar frente al Papa Francisco.
Consultado sobre cómo combina esos momentos con su vida sencilla en Cañada Rosquín, respondió con una frase que resume su filosofía personal: “Cuando sos grande y humilde pasás como sabio; cuando sos arrogante, sos idiota”.
También recordó una anécdota imborrable junto a Seeger: “Tocamos juntos y cuando quise pagarle, me dijo que no cobraba más porque tenía plata hasta los 96 años. Yo tampoco cobro más: solo pago los gastos de la banda y el resto lo dono. Hoy para mí es hora de dar”.
Regreso a la música
En cuanto a su presente artístico, adelantó que trabaja en dos proyectos: una gira junto a su hija y un espectáculo en conjunto con la murga uruguaya Agarrate Catalina. Paralelamente sigue impulsando actividades en su Museo de Cañada Rosquín, que mantiene una agenda cultural constante.
Gieco también valoró a la nueva generación musical argentina y su impacto global. “Me gusta Milo J, me encanta. Me gusta Wos, me gusta Trueno. Duki llena estadios en España y son PyMEs que traen plata al país”, afirmó.
Y compartió una postal reciente: “El otro día lo vi a Milo J en el Patio de Froilán, donde se hacen los bombos. Yo conocí ese lugar en los 80, haciendo De Ushuaia a La Quiaca, y dije: ‘La historia se repite’.”
Con música, recuerdos y un mensaje de paz, Gieco volvió a encender el Cervantes y dejó en El Trébol una noche cargada de emoción y sentido.
Con información de ellitoral.com

